martes, 28 de octubre de 2008

SEXUALIDAD

La sexualidad es una manera de comportarnos, de sentir, de hacer y tiene que ver con factores biológicos, psicológicos y sociales. En la sexualidad tenemos que analizar la sociedad, la familia o el grupo humano que rodea a la persona “x” que estamos hablando, por otro lado tenemos que pensar “¿Quién es esa persona?” desde el punto de vista psicológico, también se debe ver desde el punto de vista biológico por que no es lo mismo hablar de sexualidad masculina que hablar de sexualidad femenina.Cuando se llega a agrupar esos tres conceptos, es decir el social, el psicológico y el biológico, se puede hablar de sexualidad. La sexualidad tiene funciones especificas en el ser humano y la principal es el placer y la otra es la cercanía con el otro; esto es de manera primordial, porque la función secundaria de la sexualidad en el ser humano es la reproducción.¿Cómo se manifiesta la sexualidad?La sexualidad se manifiesta de muchas maneras. Desde cómo se considere uno, masculino o femenino, cuál es la identidad que se tiene como genero o sexual. También se manifiesta con un actividad que es explícitamente sexual, juegos sexuales , etc. ¿Desde que edad?La sexualidad se manifiesta desde etapas tempranas. Hace tiempo apareció una teoría psicoanalítica que señalaba que el niño tenía sexualidad. También se pensaba que la sexualidad aparecía con el desarrollo de las características sexuales secundarias, es decir cuando en la adolescencia se desarrollan biológicamente los cuerpos del hombre y la mujer.Desde la época de Froyd, y a raíz de sus investigaciones, él interpretó que el niño tenía manifestaciones sexuales pero se dejó claro que son distintas a la de los adultos. En los niños es frecuente la curiosidad por las diferencias corporales y se llega a mostrarse entre ellos sus partes genitales como un acto de reconocimiento de sus diferencias. Esto hace parte de la actividad sexual sana entre los niños.¿La sexualidad se aprende?Si bien partimos de la biología, de impulsos sexuales, un aparato hormonal que maneja un aparato reproductivo, no es posible explicar todos los comportamientos sexuales humanos individuales por medio del instinto. Hay muchos comportamientos sexuales distintos y personas que no desarrollan la sexualidad. Esto demuestra la incapacidad de explicar la sexualidad por el instinto.La sexualidad más que aprendida es construida. Es decir, que las manifestaciones que uno tiene de su propia sexualidad se van construyendo a lo largo de la vida.¿Son sinónimos las palabras sexualidad y sexo? Qué diferencia existe entre los dos?No. La palabra sexo tiene dos cognotaciones. Una es el sexo de genero, la diferenciación biológica entre el hombre y la mujer, de cómo está compuesto cada uno de sus cuerpos. La otra es la actividad sexual explícita, el contacto genital coital.Este término tiene que ver con sexualidad pero no es sexualidad. ¿Cuánto tiempo dura la sexualidad en el ser humano? ¿Se termina en algun momento?La sexualidad no se termina nunca. Muere con uno. Se piensa que la sexualidad es una cosa como de jóvenes, pero la sexualidad tiene cambios a lo largo del ciclo vital del ser humano. En todas las etapas del ciclo humano las manifestaciones de la sexualidad son distintas. En la infancia las manifestaciones son de curiosidad, de masturbación que se da con mucha frecuencia y puede a llegar a ser normal. En la adolescencia se da la posibilidad de empezar una actividad sexual con el otro o se sigue con la masturbación. En la edad adulta la sexualidad se pega más al hecho de conformación de una pareja, claro que buscando siempre el placer, y la búsqueda de la reproducción como respuesta del ser humano de prolongarse, de alguna manera, en la tierra. Finalmente, en el anciano, si bien todas las funciones del cuerpo sufren cambios y empiezan a declinar, eso no quiere decir que la actividad sexual desaparezca. Lo que ocurre es que la respuesta corporal a estímulos sexuales es más demorada y la capacidad de recuperación es muy lenta comparada con la juventud.Hay estudios que señalan que en personas que han tenido una actividad sexual frecuente y satisfactoria, la posibilidad de prolongar su actividad sexual cuando sea anciano es mayor que en casos contrarios Sexualidad humana

La sexualidad humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen la satisfacción de la necesidad y el deseo sexual. Al igual que los otros primates, los seres humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer propio y el del otro. El sexo también desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En relación a esto, muchas culturas dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así como ven en ello un método para mejorar (o perder) la salud.
La complejidad de los comportamientos sexuales de los humanos es producto de su cultura, su inteligencia y de sus complejas sociedades, y no están gobernados enteramente por los instintos, como ocurre en casi todos los animales. Sin embargo, el motor base del comportamiento sexual humano siguen siendo los instintos, aunque su forma y expresión dependen de la cultura y de elecciones personales; esto da lugar a una gama muy compleja de comportamientos sexuales. En la especie humana, la mujer lleva culturalmente el peso de la preservación de la especie.
En la sexualidad humana pueden distinguirse aspectos relacionados con la salud, el placer, legales, religiosos, etcétera. El concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como los diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o ambos a la vez) y de las expectativas de rol social. En la vida cotidiana, la sexualidad cumple un papel muy destacado ya que, desde el punto de vista emotivo y de la relación entre las personas, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y de las normas o sanciones que estipula la sociedad.
Sexualidad
Conjunto de fenómenos emocionales y de conducta relacionados con el sexo, que marcan de forma decisiva al ser humano en todas las fases de su desarrollo.
El concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como los diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o ambos a la vez) y de las expectativas de rol social. En la vida cotidiana, la sexualidad cumple un papel muy destacado ya que, desde el punto de vista emotivo y de la relación entre las personas, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y de las normas o sanciones que estipula la sociedad.
Además de la unión sexual y emocional entre personas de diferente sexo (véase Heterosexualidad), existen relaciones entre personas del mismo sexo (véase Homosexualidad) que, aunque tengan una larga tradición (ya existían en la antigua Grecia y en muchas otras culturas), han sido hasta ahora condenadas y discriminadas socialmente por influencias morales o religiosas.
Durante siglos se consideró que la sexualidad en los animales y en los hombres era básicamente de tipo instintivo (véase Instinto). En esta creencia se basaron las teorías para fijar las formas no naturales de la sexualidad, entre las que se incluían todas aquellas prácticas no dirigidas a la procreación. Hoy, sin embargo, sabemos que también algunos mamíferos muy desarrollados presentan un comportamiento sexual diferenciado, que incluye, además de formas de aparente homosexualidad, variantes de la masturbación y de la violación. La psicología modernadeduce, por tanto, que la sexualidad puede o debe ser aprendida. Los tabúes sociales o religiosos —aunque a veces han tenido su razón de ser en algunas culturas o periodos históricos, como en el caso del incesto— pueden condicionar considerablemente el desarrollo de una sexualidad sana desde el punto de vista psicológico.
El neurólogo Sigmund Freud postuló la primera teoría sobre el desarrollo sexual progresivo en el niño, con la que pretendía explicar también la construcción de una personalidad normal o anormal en el mismo. Según Freud, el desarrollo sexual se inicia con la fase oral, caracterizada porque el niño obtiene una máxima satisfacción al mamar, y continúa en la fase anal, en la que predominan los impulsos agresivos y sádicos. Después de una fase latente o de reposo, se inicia la tercera fase del desarrollo, la genital, con el interés centrado en los órganos sexuales (véase Aparato reproductor). La alteración de una de estas tres fases conduce, según la teoría de Freud, a la aparición de trastornos específicos sexuales o de la personalidad. Con el paso del tiempo, algunas de las tesis postuladas en su teoría del psicoanálisis han sido rechazadas, en especial sus teorías sobre la envidia del pene y sobre la vida sexual de la mujer.
A partir de la década de 1930, comenzó a realizarse la investigación sistemática de los fenómenos sexuales. Posteriormente, la sexología, rama interdisciplinar de la psicología, relacionada con la biología y la sociología, tuvo un gran auge al obtener, en algunos casos, el respaldo de la propia sociedad, principalmente durante los movimientos de liberación sexual de finales de la década de 1960 y principios de la de 1970. Los primeros estudios científicos sobre el comportamiento sexual se deben a Alfred Charles Kinsey y a sus colaboradores. En ellos pudo observarse que existen grandes diferencias entre el comportamiento deseable exigido socialmente y el comportamiento real. Asimismo, se observó que no existe una clara separación entre el comportamiento heterosexual y el homosexual ya que, según encuestas de esa época, el 10% de las mujeres y el 28% de los hombres admitían tener comportamientos homosexuales y un 37% de los hombres estar interesados en la homosexualidad. En la década de 1960, William H. Masters y Virginia E. Johnson investigaron por primera vez en un laboratorio los procesos biológicos de la sexualidad, elaborando el famoso "Informe de Masters y Johnson".
Actualmente, en el límite de las formas ampliamente aceptadas de comportamiento sexual se encuentran las llamadas perversiones. La evoluciónen los usos y costumbres y el ensanchamiento del margen de tolerancia ha hecho que conductas consideradas tradicionalmente perversas se admitan como válidas en el marco de los derechos a una sexualidad libre. Sólo en los casos de malestar o de conflicto del propio individuo con sus tendencias, o en aquellos en los que se pone en riesgola integridad física y moral de terceros, se impone la necesidad de tratamiento psicoterapéutico. La sexualidad, en definitiva, no debe apartarse de dos principios fundamentales: el mutuo consentimiento y la superación de la autocensura, para que cada individuo se acepte a sí mismo, aunque ello exija a veces lograr el difícil equilibrio entre las inclinaciones individuales y ciertos prejuicios y atavismos sociales.
El sado masoquismo

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